El papel del cine y la televisión a lo largo de la historia, se han consolidado como dos de los formatos audiovisuales clásicos en la cultura de las personas, llenando a nivel masivo funciones relacionadas principalmente, con publicidad, información, medios de comunicación, y transmitir narrativas como medio de expresión. Hecho que en su momento generó una revolución de los medios que a su vez fue un gran impulsor en el desarrollo social.
Con su masificación en la era tecnológica se logró perfeccionar técnicas de producción, efectos especiales, montaje y distribución. Permitiendo a los productores de televisión y cineastas trascender en las posibilidades de creatividad y creación, esto claro dentro de los formatos tradicionales. Con las incursión de tecnología como 3D, Formatos de Audio 5.1, Estudios de animación, cámaras de cine 4k, experiencias inmersivas.
Ahora nos enfrentamos a una nueva revolución tecnológica, con lo cual es interesante pensar en cuál puede ser el siguiente paso en el consumo de material audiovisual. El mundo pone ahora un sin número de herramientas de producción en las manos de usuarios masivos, rompiendo una brecha que siempre existió respecto a quien tiene las posibilidades realizar audiovisual y quien no. Otro factor determinante respecto a esto es la incursión de formatos y la adaptación de los medios tradicionales en las nuevas formas de consumo, ahora los productores se enfrentan ante usuarios más exigentes, innumerables categorías de contenido, nuevos creadores todos los días a cada momento a través de nuevas propuestas.
Hemos llegado a un punto en que los únicos límites al ser un realizador audiovisual son los que este mismo se imponga, ahora todo es válido, y para cada tipo de contenido existe un público, puedes contar historias de 100 capítulos o de 4 segundos, transmitir desde cualquier parte que te encuentres, conectar tu contenido con personas de todo el mundo en instantes.
La democratización en la producción de contenido tiene muchos lados buenos, como sus contras, hay quienes sienten que se han podido llegar a olvidaraspectos puros y románticos del cine tradicional o que se pueden descuidar aspectos esenciales en la producción de una pieza, por la necesidad de la inmediatez y la visibilidad, tal vez estas cuestiones den paso al análisis de nuevas posibilidades, ahora que el contenido es de todos debemos todos ser responsables de este. Lo cierto es que no se puede negar que la incursión del audiovisual en la sociedad marcó un punto de inflexión, un antes y un después, que nos permitió avanzar y evolucionar ahora más que nunca.
Escrito por: Juan Diego Rosas @diego_darko